Aceite seco corporal Fleur d’orient 150ml

La sutil mezcla de aceites que componen este aceite seco deja la piel deliciosamente satinada y sublime con aromas cálidos de azahar.

Aceite de argán: Utilizado desde hace siglos por las mujeres berberiscas por sus excepcionales propiedades cosméticas, el aceite de argán es uno de los aceites más raros que se puedan encontrar. Y por su rareza y su gran demanda, es también uno de los más caros. Se produce a partir de las semillas de un árbol: el argán. Este árbol sólo existe en una región del mundo: Marruecos. Más precisamente en el suroeste de Marruecos, entre Agadir, Taroudant y Essaouira. La producción de aceite de argán para la cosmética se hace sin torrefacción de las almendras del argán y la presión se hace en frío para que el aceite conserve todos sus beneficios y propiedades para la piel. Por su composición tres veces superior a la media en vitamina E (antioxidante), su riqueza en ácidos grasos esenciales (omega-6), el aceite de argán cosmético tiene un papel regenerador de las células de la piel y es beneficioso para el tratamiento de las arrugas (el aceite de argán constituye un antiedad natural excepcional). Rico en ácidos grasos insaturados y en esteroles, el aceite de argán, reconocido por sus propiedades nutritivas, regenerantes y reestructurantes, evita la sequedad y el envejecimiento de la piel restaurando la película hidrolipídica. Aceite de albaricoque: El aceite de albaricoque se extrae de la almendra que se encuentra en el hueso de la fruta. Se le utiliza desde hace mucho tiempo, tanto en la cocina como en los cuidados de belleza, en particular los de la cara. Muy rico en vitamina A, vitamina E, ácidos grasos insaturados y, en particular, en ácido linoleico, el aceite de hueso de albaricoque posee extraordinarias virtudes regenerantes, hidratantes y suavizantes para la piel. Se recomienda muy especialmente para tratar las pieles cansadas o arrugadas. El aceite de hueso de albaricoque tonifica la epidermis y le brinda resplandor. Aceite de girasol: El aceite de girasol es rico en vitamina E y en ácidos grasos insaturados, y, en particular, en ácido linoleico, lo que le confiere propiedades hidratantes, regenerantes y reestructurantes.

Después del ba’o o la ducha vaporizar por todo el cuerpo.